Los niños necesitan de nuestro amor y atención, sobretodo en momentos de dificultades e inestabilidad. Dediquémosles tiempo de calidad, recordando comunicarnos con ellos amablemente y transmitirles paz. Siempre que sea posible, organice momentos de recreación con sus hijos, para mantener así una dinámica familiar diáfana, sana y positiva.